¿Qué decir sobres los años? A algunos les abruman, otros lo viven con angustia, otros los han incorporado a su sentir y experiencia, a su amor y su fe.
Los años sólo son expresiones del tiempo. No ponen nada a la vida, ni le quitan nada. Lo que cambia es la experiencia de amor y fe con hayas vivido ese tiempo. En una ensalada lo que da sabor es el aliño, el preparado para que los ingredientes tengan mejor o distinto sabor. Lo mismo pasa con la vida. Lo que importa es el coraje con que la has vivido.
Aferrarnos a la vida como si fuera ese último instante de amor que uno va a gastar. La cuestión es cómo gastarlo, si con lamento o con vitalidad siempre nueva.
El tiempo va horadando nuestras fuerzas por vivir, nuestras ganas de amar, nuestra ternura. Un día hemos comprendido que nos hemos vuelto un poco más viejos. Sin emabargo, lo que da solera al vino es el tiempo en que permanece embotellado. Se habla de un vino añejo. El tiempo en que uno permanece: con los amigos, con la familia, con los amores.
Hago notar que no hablo de la fidelidad, sino del permanecer. El tiempo en que uno habita con alguien. No cambia el amor, ni la ternura, permanece la confianza y los silencios cómplices. La fidelidad es la convicción de querer seguir apostasndo por el permanecer y todo lo que supone.
Fr. Alexis González de León, o.p.