EL MODELO ES CRISTO

08.11.2024

Cuando se trata de vivir la fe, se nos puede olvidar la referencia a Cristo cuando vivimos la fe con amuletos y vidas de santos. La vida de santos están como testimonio al servicio de la fe en Cristo Jesús. El modelo a seguir es Cristo. Un santo puede llevar iniciativas fundacionales de un estilo de vida cristiana, o un carisma. Puede convertirse en modelo de una institución. Pero, sólo son animadores de la esperanza cristiana bajo un estilo de vida concreto.

No podemos descuidar este aspecto de nuestra fe. Porque se puede diluir en nuestro camino de creyentes en Cristo, cuando personificamos demasiado el camino del discipulado. Nadie sustituye a Cristo, ni a su amor encarnado y derramado en una cruz, convertido en alimento y bebida de salvación en la Eucaristía.

Es necesario el estudio y la contemplación de las Escrituras, así como de nuestra tradición cristiana, cuando centralizamos en concreto nuestra creencia a una aspecto de la vida espiritual que son las devociones a los santos.

La Dei Verbum nos recuerda que Cristo es el culmen de la revelación. Y ésta revelación hay que recibirla con fe:

Cuando Dios revela hay que prestarle "la obediencia de la fe", por la que el hombre se confía libre y totalmente a Dios prestando "a Dios revelador el homenaje del entendimiento y de la voluntad", y asintiendo voluntariamente a la revelación hecha por El. Para profesar esta fe es necesaria la gracia de Dios, que proviene y ayuda, a los auxilios internos del Espíritu Santo, el cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da "a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad". Y para que la inteligencia de la revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones. (Dei Verbum nº 5).

Siempre será Cristo el receptor de esa obediencia de fe en libre asentimiento y adhesión del hombre respecto a Dios; nunca lo será un santo, o un fundador o líder de grupo religioso o carisma. Por eso, es necesario cuestionarnos, y salir de las comodidades de la fe. Creer en la devoción de un santo, sin mayores planteamientos y compromiso cristiano que una mera dulcificación de la vida y la fe cristiana, es dejar a un lado el modelo original de la fe Cristo. No permitas que el bienestar o la comodidad se queden en la superficialidad de la fe.

Bendiciones para este día.

Fr. Alexis González de León, o.p.