UNA EVOLUCIÓN LENTA
LAUDES 9 DE NOVIEMBRE
Después de estar viviendo en la fragilidad durante más de un mes, me digo que la evolución es lenta. Aunque me encuentro mejor, compruebo que no todo es como antes. Interiormente me encuentro tranquilo, puedo decir que feliz, a pesar de las circunstancias. Debo de aprender a vivir bajo la nueva situación. No sé si esta situación de fragilidad tendrá visos de reversibilidad.
Confío en que Dios sabe lo que hace. Sigo fiándome de él. Siento que la evolución es lenta. Aún así estoy convencido que aprenderé nuevamente a levantarme con la misma vitalidad que antes. Coraje es la palabra que a lo largo de mi vida me ha acompañado en mis decisiones. Coraje y adaptación es lo que en estos momentos estoy viviendo.
No puedo más que confiar en que todo saldrá bien. No estoy convencido de la eficacia del tratamiento de quimio, pero lo cierto es que ha estabilizado la enfermedad. Temo que la continuación con el mismo, me limite aún más. No me gustaría verme más dependiente. Pero lo asumiré con la valentía de la que pueda disponer y la que me proporcione mi fe en Dios.
Es una etapa nueva, que dispone de mí de manera nueva y que exige de mí un compromiso mayor con mi salud. No puedo más que esperar al desarrollo de los acontecimientos. La carta de Santiago 1, 2-4 dice:
«Teneos por muy dichosos cuando os veáis asediados por toda clase de pruebas Sabed que, al ponerse a prueba vuestra fe, os dará constancia. Y si la constancia llega al final, seréis perfectos e íntegros, sin falta alguna»
De alguna manera, esta etapa es una buena prueba para mí, no sé si para ser perfecto o íntegro, pero si soy consciente de que me está haciendo más fuerte. Hace un mes contaba que la enfermedad me había quitado la sonrisa. Hoy compruebo que puedo sonreir, puedo estar de buen humor. Y siento alegría interior. No es poco dada las circuntancias. Pido a Dios la fortaleza necesaria para llevar a cabo mi misión de alentar a quien pase este calvario. Con alegría y esperanza, asumiré esta situación con la ilusión de emprender un nuevo camino, una nueva misión con todo lo que tenga de novedad para la vida y la fe.
Fr. Alexis González de León, o.p.