Tamara Castro nos ofrece la Zamba de amor en vuelo; en ella nos habla de las cicatrices del amor que aún fluyen por nuestras venas. Esos amores inapagados que siguen mostrándose vivos en la existencia, pero la historia ha puesto distancia, ruptura que vivimos en la soledad de la existencia.
Según la letra de esta canción dice que la zamba busca el olvido, pero lo cierto es que estamos sellados por el amor. Por mucho que queramos poner distancia, el amor siempre deja la ventana del alma abierta cuando el amor recorre otros páramos de la existencia. Además de buscar olvido, la zamba busca el camino para serenar el alma, aunque el olvido sea difícil que acontezca en nuestra historia de amor. Cuando nos fundimos en un abrazo, cuando son los besos los que cuentan nuestra historia, la vida queda abierta a momentos de ternura y esperanza, difíciles de borrar.
Cincelados por el amor, nuestro alfarero no deja intactos nuestros sueños, tampoco nuestras experiencias, aunque sean experiencias donde las despedidas hayan dado paso a otras y nuevas relaciones.
Quizás nuestras mentes ya no conciban aquella idea de fidelidad que se desprendía de un compromiso para toda la vida, quizás pensemos que el mundo se equivoca, pero pienso que el amor no puede quedarse encerrado en un fracaso, tampoco en la inestabilidad emocional que supone la soledad, la ruptura o el desencanto. No creo que Dios nos esté eternamente culpabilizando porque una historia de amor no haya salido bien, ni tampoco creo que no podamos tener la dicha de hacer nuevo los caminos del amor.
Aquí les ofrezco la interpretación de esta zamba, espero que les guste:
